Despertares

Despertares

Odio que me despierten. Lo odio. Pero lo que más, que lo hagan a voces. Aquél sonido hiriente, agudo y a la vez distorsionado por el volumen de decibelios, me despertó de un sobresalto. -“Antooooooonio, tate quieto!!!”. Era la voz de una mujer que a buen seguro había...